lunes, agosto 08, 2005

Úlceras

Hay heridas que hacen sangrar y llorar tras ver su sangre, sobre todo cuando están hechas por una misma, tan abocada a autodestruirme que ya no siento el dolor, primero beber y bailar hasta el histrionismo más absoluto, después enzarzarme en una pelea y entrar en el juego de siempre, pulso de gigantes, a ver quien gana (sabiendo perfectamente que el gana en este juego es el que más pierde siempre) en un bar, rascarte, sangrar, llorar, confesarte, desnudarte y tocar fondo en otro bar, sonsacar y esconder tus cartas para luego dormitar en el último bar...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ley de vida: construir y reconstruir. Pero ahora, en la próxima de tus propias creaciones, en la próxima vez que te crees, deja a un lado las piezas negras, y cuélgate en las pestañas la carta comodín ;-P

Anónimo dijo...

Chica, tal como lo cuentas salir de marcha contigo tiene que ser un rollo tipo Apocalypse Now. Me da que hasta Nick Nolte se pillaría un taxi al hotel aullando acojonado.
Anoto, no irme de marcha con mi amiguita pelirroja.

galgata dijo...

El cuerpo y la vida son muy resistentes... así que puedes sanarte tranquilamente de todo.

galgata dijo...

A mí también me gustan los bares... es un mundo festivo donde todo cabe, un mundo lleno de sorpresas.
Lo único malo de pasar a vivir al bar es que luego, sin el contraste, pierde la gracia.