martes, octubre 25, 2005

Grayuela, probablemente

Tocas mi mano, con un dedo tocas el borde de mi mano, y vas dibujándola como si fuera una prologación de la tuya, como si por primera vez tu mano se fundiera con otra y la observas y podrías reconocerla entre millones de manos y repasas las líneas que la recorren, buscando ese instante eterno y cierras los ojos, supongo que con la intención de deshacerlo todo y recomenzar porque no crees posible que mis manos sean tan pequeñas y en ese momento no te acuerdas de la lluvia y yo cierro mis ojos con fuerza por miedo a despertar...

jueves, octubre 20, 2005

Cierra la puerta cuando te vayas

Deseaba con todas mis fuerzas llegar a casa, ver alguna película que me transportara lejos de la realidad y disfrutar de mi soledad, pero había invitado a J. a cenar y era tarde para echarse atrás, no más niñatos malcriados, egoístas y aprovechados, no más cromosoma Y-yo solo me escucho a mí, porque lo que tú dices no me interesa, no más visitas que no te permiten olvidar que son una visita, a partir de ahora para entrar en mi casa sino venís de mi mano habréis de meter la invitación para tomar el té en la cerradura y como el zapato de Cenicienta debe encajar a la perfección, me he cansado de regalar mi tiempo...

lunes, octubre 17, 2005

Hasta que llegó la hora


Y se fue sin decirlo y sin que yo dijera nada tampoco, porque nunca recuerdo decir las cosas que creo evidentes, por no repetirme supongo, pero siempre olvido que tengo un concepto algo equivocado de lo evidente y de repente él sólo, sin contar conmigo decidió un cambio de planes y se fue y no pude-supe-quise sacar el tema y ahora mi silencio me hace sangrar más que simple papel en blanco, una carta no escrita o una navaja y pienso en lo absurdo que será estar allí acordándome de él y tal vez paseando por su calle como en las películas en que vemos a los personajes que no se cruzan por tan sólo un minuto y deseas que tropiecen el uno con el otro y al final sucede algo que les une para siempre, pero solo es una puta película comercial americana que al final no ví, en cambio si vimos a Leone abrazados en el sofá y a Claudia Cardinale desesperada y triste al ver a Charles Bronson alejarse sin poder hacer nada...

jueves, octubre 13, 2005

Sin ropa, sin palabras (sin cuchillas)

Sabía que antes o temprano sucedería, pero no me puse la suficiente protección y rompí todas mis reglas, acepté todas las señales como credo universal y me desprendí de las cuchillas, ahora tengo las muñecas hinchadas y pese a todo no me arrepiento y siento la incertidumbre más inherente a él que a nosotros y siento que ahora el Gato soy yo y podría encontrar el camino con los ojos cerrados, sin necesidad de pistas de ningún tipo...

martes, octubre 11, 2005

El vestido de Marilyn


Hay vestidos que sólo se pueden poner una vez en la vida y por mucho que te empeñes en vestirlo de nuevo con la esperanza de ser tan feliz como el día que lo estrenaste, al ponértelo de nuevo descubres que no te sienta tan bien y que sería un sacrilegio volver a ponerlo y dejar que perdiera toda su magia, porque hay vestidos que son mucho más que eso y lo vuelves a colgar en el armario junto a la ropa que es sólo ropa...