miércoles, julio 20, 2005

Me destruyo a mí misma para saber que soy yo y no todos ellos

Son demasiadas veces cometiendo los mismos errores para lamentarse ahora, demasiado tiempo viendo las mismas caras (desencajadas), yendo a los mismos bares, tomando las mismas drogas, golpeando las mismas bolas en el mismo billar de siempre, demasiadas veces soltando el mismo discurso hasta creérmelo y demasiadas veces diciendo (y haciendo) justo lo contrario de lo que pensaba, demasiadas veces haciendo creer que nada importa hasta que tu acabas creyéndotelo también, no sé si porque te resulta más fácil o porque soy una gran actriz y tengo que repetirme mil veces que la autodestrucción no es poética, pero no sirve de nada porque sigo autodestruyendo mi cuerpo interna y externamente, mi mente, mis relaciones, mi futuro, mi presente sin querer evitarlo y deleitándome con ello...

2 comentarios:

Juanfer Puebla Tejerina dijo...

Debes de ser algo poeta, poetisa maldita, por ese afán autodestructor... No te preocupes no eres la única y tampoco es tan fácil autodestruirse, te lo digo por experiencia propia.
Un abrazo
Juanfer

Anónimo dijo...

A veces la rutina nos mata. Y si la rutina es autodestructiva todavía más. La cosa es salir del círculo y alcanzar cierto equilibrio. No es fácil, pero en esta vida pocas cosas lo son.

Un beso