jueves, septiembre 01, 2005

La náusea

La náusea y el orgasmo no son tan diferentes, se instalan dentro de ti y después de eso ya nunca serás el mismo, al menos la náusea no pide explicaciones, no exige amor, lealtad y cariño, esos grandes ideales siempre en boca de gente que no saben de lo qué hablan, la nausea se instala despacito, como un virus en el ordenador, al principio no te das cuenta, sólo notas algún síntoma que puede deberse a mil cosas, luego notas el cambio abstracto, la multitud de pequeñas transformaciones hasta que un buen día se produce la verdadera revolución, la náusea sólo es posible sentirla internamente, imposible de compartir, el orgasmo te ofrece la posibilidad de elegir, pero compartirlo con alguien que te lo reprochará mas adelante, es mucho peor que vivir para siempre con la náusea...

3 comentarios:

5181553 dijo...

Y continuas virgen

Srta. Experimental dijo...

La Náusea; el estómago en la garganta
el vicio del amor reprimido
destrozando la tráquea, pugnando por salir.

La Náusea; el estómago sobre la lengua
Amor atando la lengua
impidiendo la palabra
amordazada pasión, dolorida e impotente
frente a la razón que la doblega.

La náusea; el estómago lleno de sangre,
descoyuntado entre el barro.

Anónimo dijo...

Nada es para siempre. Y caben callos en la boca del estómago y en su salida (como unas hemorroides); y por supuesto también caben callos en cada genital aburrido de procrear en el vacío.
El Primperán de la monotonía, el zoco de la ruina, hace que la náusea dure menos de lo que nuestro orgullo querría.
Todo es un vómito: orgasmo, eyaculación, parto; monólogos, novela, creación;... Un vómito placentero que requiere atiborrarnos lo más posible para vaciarnos mejor. Esa es la bulimia que consume a los amados amantes del vacío.