Creía que le gustaba porque siempre que me veía, me daba un gran abrazo y decía: "Hola, guapa"
Un día descubrí que lo hacía porque no se sabía mi nombre.
El despejado cielo nocturno no siempre anuncia el Sol del día siguiente. A menudo anuncia la niebla y el frío. Hay despertares necesarios: los resfriados y los corazones rotos pueden ser curados. Un beso
No sé tu nombre, no he visto tu cara; no sé cómo es tu mapa físico ni tu geografía espiritual. Puedo imaginar cosas, tus palabras me pueden suscitar imágenes -pero ahí estaría implicada mi necesidad y eso distorsionaría "la verdad"-. Sin embargo, eres como un claro en el bosque aunque no te conozca. A tus pies, como húmedo barro cuyo frescor te haga revivir en la noche...
3 comentarios:
El despejado cielo nocturno no siempre anuncia el Sol del día siguiente. A menudo anuncia la niebla y el frío. Hay despertares necesarios: los resfriados y los corazones rotos pueden ser curados.
Un beso
Me sacaste una sonrisa triste. Muchas gracias por ello. ¡Un abrazo!
No sé tu nombre, no he visto tu cara; no sé cómo es tu mapa físico ni tu geografía espiritual. Puedo imaginar cosas, tus palabras me pueden suscitar imágenes -pero ahí estaría implicada mi necesidad y eso distorsionaría "la verdad"-. Sin embargo, eres como un claro en el bosque aunque no te conozca.
A tus pies, como húmedo barro cuyo frescor te haga revivir en la noche...
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