lunes, mayo 09, 2011

Habitación 806

Hotel Chamartín ****
No hace falta cobrar
para sentirse como una puta.

7 comentarios:

Juan dijo...

Un abrazo pues.

El Otro

Anónimo dijo...

Ni estar en un hotel...

Bellota dijo...

Pues esos hoteles no molan en absoluto. Donde estén las pensiones familiares de toda la vida...

Lasinverso dijo...

conciso y punzante. certero y desgarrador. dejo beso.

Anónimo dijo...

Putas, llenas de satisfacción por el provecho conseguido.
Eclipsándose triunfantes con el producto de sus engaños bien encerrado en el puño.
Puta, la enfermera Ratched.

...listas...¿?

Pero asfixiados por la tristeza que chorrea de habitaciones de nadie, desorientados por los misteriosos mecanismos que allí rigen, inmóviles de desgana y soledad. ¿Quién no?

begusa dijo...

lo único que hace falta es un cabrón...

Anónimo dijo...

Una habitación de hotel es un paréntesis en la vida. La vida está detrás o delante, pero se detiene en una habitación de hotel: ahí no hay juicios ni calificativos ni nada. Es más: la nada está ahí. El templo de la nada es una habitación de hotel: en ella uno no toma ni es tomado, no posee ni es poseído. Cuando voy a una habitación de hotel puedo divisar el cielo, el infierno y el purgatorio desde otro ángulo, como fuera de ellos. Me concedo esa fantasía, ese santuario, ese lugar de paz; porque sé que después, fuera del hotel, mi culo es de los otros.
P. D.: No obstante, y como una habitación de hotel no basta, tuve que coger hace muchos años un barquito y naufragar. Fue así como logré encontrar un paraíso lleno de ratas, serpientes, arañas y cucarachas; un lugar próspero y hostil como sólo la vida decepcionante puede serlo.

Deseando ser acariciado por sus plantas,

Un esclavo de la caverna y un asiduo de la taberna.