domingo, octubre 24, 2010

Apuntes del subsuelo

Cuando tengo que comer en el metro a la salida del trabajo camino de clase, pienso que debería tener el mismo estatus que embarazadas, ancianos y lisiados .
El resto del vagón no parece opinar lo mismo, nadie, nunca, me cede su asiento.

8 comentarios:

dEsoRdeN dijo...

Estoy muy de acuerdo. Es un auténtico coñazo para malabaristas eso de llevar comida, bebida, bolsa/mochila/carpeta estando de pie... y ya no te digo si es día de lluvia y llevas paraguas!!

begusa dijo...

idiotas... ¬¬

peter dijo...

muy bueno. seguro que tu carga mental en esos momentos es mil veces superior a la de los demás.

guitarboy dijo...

... llévate una mesa de camping con mantel y velas pardilla!..

Bellota dijo...

Yo te dejaría, que soy muy educada.

Anónimo dijo...

hay que salir de ahí, tade o temprano, pero hay que salir, ese no es sitio para comer. Ni pa vivir. Vamos, creo yo.

Grace en el País de Las Maravillas dijo...

Desorden, menos mal que aquí no llueve muy a menudo, hoy he podido comer en un banco, no hay color...
La gente del subsuelo me cae mal, bueno creo que hoy todo el mundo me cae mal...
Jajajja, no creas Peter, últimamente el agotamiento me tiene bastante espesa, sólo hay que ver lo que escribo y lo poco que comento y/o contesto...
Guitarboy: pardillo tú! :P
Bellota, tú vivías por MAdrid, no? No coges mucho la linea 5, ni la 6, verdad? Ojalá coincidiéramos...

Anónimo dijo...

A mí del subsuelo sólo me gusta Dostoievsky (y si algún día me lo encuentro en el subway, tendré entrada para el psiquiátrico).
Ciertamente no suelen ceder el asiento reservado a las reservas quienes tienen conciencia de "reservado". Pero aquí me llama la atención cómo algunas personas perjudicadas y de difícil movilidad cuando se trata de obtener un asiento serían capaces de participar en los cien metros lisos olímpicos.

Con amor de nadie,

Ans