sábado, julio 18, 2009

No me llames para preguntarme porqué ya no te escribo cartas
me he cansado de obligar al cartero a buscarte
mientras tú cambiabas de casa cada semana.
Me sangra la nariz y no me compras pañuelos
en las fiestas de guardar me regalas diccionarios.
Pactamos asesinarnos una noche de verano
pero acabamos vendiéndonos a los compradores habituales.
En las puertas de los colegios exponen
nuestros órganos atrofiados
los niños los compran baratos para sus trabajos de ciencias.
Mientras tanto yo me pluriempleo para no pensar en ti
sin lograr que me paguen
por el trabajo de olvidarte.

6 comentarios:

Libertad Kaiser dijo...

Los trabajos más duros nunca consisten en un empleo...y menos pagado!

Ula dijo...

Las cartqas, a veces, las pierden los carteros. La nariz, a veces, sangra porque el material es malo.
Tu debes saber que vales y éso es suficiente.
Besitos,
Ula

Anónimo dijo...

Te admiro escribiendo hasta la extenuación. Así ha sido siempre, y así habrá de ser.

Stendhal

:)

peter dijo...

joder, últimamente me dejas clavado

Grace en el País de Las Maravillas dijo...

Ahí va qué éxito! Muchas gracias, querido público...

Anónimo dijo...

Estamos todos borrachos, el público, digo. Yo es que cuando me emociono ni Pimpinela me supera, y seguro que el respetable piensa como yo (o lo mismo no, ¿a quién le importa?, cantó Alaska).

Stendhal

:)