España jugaba la final contra Alemania,
en el salón de mi casa
oía a la gente gritar
mientras yo veía Videodrome
y me terminaba el jachís.
Salí a respirar a la terraza,
un vecino había colgado la bandera de nuestra selección.
España ganó la final por primera vez en 44 años,
yo peleaba contra mi ansiedad crónica
y tenía mechones rosa en el pelo.
Quería llamarte y hablarte de esta angustia
que me oprime a veces,
quería decirte que me siento fuera del mundo,
que me ahogo
y que tengo mucho mucho miedo,
pero los porros y el vino, al fin, hicieron efecto
y me dormí sola
en el sofá.
No sé porqué
no he vuelto a querer hablar contigo,
ni a tener miedo,
desde entonces.
4 comentarios:
Ay, Gra, qué disgustín!! Yo quiero mi maleta, buaaaa!! Pero bueno, aparecerá, espero!
Eres más fuerte que tus propios miedos.
Cronenberg a veces se parece demasiado a un narcótico. I'll miss you. Ya eres parte de la casa.
porros, sedantes, cuanta autodestrucción. ¿no?
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