Y como tantas otras veces resucité, al fin, lenta, pero vigorosamente, con cierto miedo al principio, ya kamikaze otra vez, bajando la guardia, poniendo esperanzas donde seguramente no deba. Pero sintiendo de nuevo y viviendo tan intensamente "que vosotros no podriais ni imaginar"...
Y cuando caiga, si no hay nadie para ayudarme a levantarme, volveré a resucitarme, una vez más...
7 comentarios:
Quiero que seas mi amiga por siempre... para poderte regañar.
está bien eso de resucitar
gacias.....esta semana me caeré en casa....
La resurrección ante todo.
Aunque, ahora que lo pienso, los malabarismos previos a la caída a veces... en fin.
Si te digo la verdad, llevo un tiempo tratando de encontrar la fórmula de ser generosa sin sentirme timada... tengo la cabeza llena de sumas, restas, euros y divisiones.
Me gusta este blog :)
Aplastarse la cabeza una y otra vez contra la pared, pensando en cada caramonazo que el próximo no te dolerá tanto, produce unos chichones de aúpa...
Pero bien sabemos que, a veces, es el muro el que cae.
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