A solas,
contemplo mis manos
y se me antojan pequeñas
para contener tanto.
Tengo los ojos llenos de ti,
aunque sea incapaz de mirarte
cuando tú me miras.
Y el estómago tan lleno
que llevo días sin poder comer.
Y mi cabeza plagada de notas
y yo reconociéndome como sinfonía.
Y mi sexo repleto,
aunque voraz.
Y mis recuerdos tan precisos
como fotogramas de una película vista más de cien veces.
Y tu nuez llenando mi boca.
Y otra vez mi sexo
ansioso,
caníbal,
que ya ha olvidado
que en otro tiempo fue
azul
y violento.
1 comentario:
eres toda poesía... y toda amor, si acaso no son la misma cosa.
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