Hacía mucho que no me sentía tan acompañada por las noches en esos momentos de soledad tan deseados, tan necesarios para mí y ahora de repente sin tu saberlo estás ahí y empiezo a conocerte, tal y como te intuí la primera vez que te ví, destacando por encima del rebaño, en cambio sin saber muy bien porqué ni cómo, o sabiéndolo, pero sin el coraje para cambiarlo se va enfriando nuestro tímido acercamiento inicial...
1 comentario:
Quizás en ese país en el que los problemas se evaden, en él que la promiscuidad es un talento y hasta las nucas tienen sentido. Quizá en ese país te esté esperando cada noche. Un beso por guapa
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