miércoles, diciembre 15, 2010

Miradas

Hace mucho tiempo, que te miro y no me veo...

6 comentarios:

Unlessname dijo...

Como te entiendo, yo si me encuentro en tus palabras

EMILIANO dijo...

curioso reflejo negado el del desamor.

Guaju dijo...

Dice Cortázar en el capítulo I de Rayuela...
"como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos"...

Impresionante,¿verdad?... ay, el amor, esa palabra...

Saludos!
:P

Anónimo dijo...

"Hace mucho tiempo", es decir, conciencia del tiempo. Eso ya es incómodo: supone tomar conciencia de que ha pasado el tiempo. Y cuando cobramos conciencia de eso es porque estamos ante el tiempo y no ante las cosas que lo pueblan y que nos ayudan a olvidarlo.
"...Que te miro", es decir, salgo de mí, miro hacia fuera de mí; no importa con qué intención o con qué voluntad. "Te" miro, me distancio de mí, hago espacio del tiempo y te tomo como otro de mí. En suma, abro mis puertas.
"... Y no me veo", es decir, no hay nada de mí en ti, no están ni las cosas que yo pueda haberte dado ni aquellas que imaginé que yo ponía en ti y que vería reflejadas. No ha funcionado la idealización ni el compartir ni todo aquello que hacía de los dos un "nosotros". Resumiendo: se vuelve a ser dos sin puente que una ambas soledades. Y todo esto desde que, en un instante eterno, he cobrado conciencia de que me encuentro ante mí, ante ti y ante el tiempo. Y quizás lo más peligroso es encontrarme ante mí, y sólo ante mí.
En casos así, el Dios al que sirvo recomendaba ponerse ciego (no "estar ciego"), de este modo uno podía verse en todos sin necesidad de mirar.

[Ruego disculpe el atrevimiento, osadía o presunción de hacer un comentario de texto tan irreverente con la amenidad que debería de caracterizar estas opiniones. No obstante, y como siempre, a sus pies. Yo siempre me veo reflejado en el subsuelo (aunque no lo limpie)].

Selváticamente de nadie,

Ans

Eva y la manzana dijo...

Quizás sea que estemos demasiado estancados en lo que vemos, y no en lo que nos hace sentir, lo que realmente significa. Nos aferramos al envoltorio y dejamos caer el interior, lo que da sabor a las cosas... Lo importante.
Un beso

Bellota dijo...

Mal espejo...