lunes, junio 26, 2006

Ruego se abstengan de mencionar la palabra "amor" en los comentarios

Cuando me enteré de que venías (con ella), tardé unos minutos en elegir la música adecuada para digerirlo. Llevaba un rato escuchándolo ya sin haber reparado en el título del disco que había puesto. La trompeta de Miles Davis sonaba en un tono extrañamente calmado, asumiendo la fatalidad del destino de los dos amantes, Jeanne Morreau miraba con frialdad al infinito en la portada del disco. Sonaba la banda sonora de Ascensor para el cadalso, la banda sonora de una historia cuyo final muchos imaginaron antes de empezar, de un final que me resisto a aceptar, un final que aún no ha llegado, un final que "se dejará caer por allí enseguida" o eso dicen...

3 comentarios:

Srta. Experimental dijo...

Ni se le ocurra, querida.
...
Está advertida.
No me obligue a cambiar los billetes.

Anónimo dijo...

ahora los finales andan... ¿quién va a dejarse caer por aquí? no serás tú, encanto...
bueno, ya me contarás.

5181553 dijo...

Los finales tienen una mala fama que no se merecen.