Grace: Los viajes no curan el espíritu (Carta moral a Lucilio escrita por un tal Séneca). Pero hay más: el amor (en tu caso) o la desesperanza (en el mío), no van a dejar de agobiarnos hasta que muramos. Nunca tendremos la dicha de presenciar como espectadores la hecatombe universal. Y créame, Grace, hoy no le hablo con el corazón en la mano, porque lo he perdido. Y no puedo estar triste ni odiar, porque no tengo corazón. Pero sí tengo la conciencia, esa dichosa conciencia, que me hace maldecir sobre todas las cosas todo aquello que huela a sentimiento. Próspero
5 comentarios:
... a lo mejor si cambiaras de contenido... (no te hacía falta cambiar el continente...o sí, pero estabas más contenta)
¿y de nombre?
.... todo seria distinto pero tù seguirias siendo la misma persona con el mismo pasado.
Yo también lo he pensado. Pero no es eso lo que falla, creo.
Grace:
Los viajes no curan el espíritu (Carta moral a Lucilio escrita por un tal Séneca). Pero hay más: el amor (en tu caso) o la desesperanza (en el mío), no van a dejar de agobiarnos hasta que muramos. Nunca tendremos la dicha de presenciar como espectadores la hecatombe universal. Y créame, Grace, hoy no le hablo con el corazón en la mano, porque lo he perdido. Y no puedo estar triste ni odiar, porque no tengo corazón. Pero sí tengo la conciencia, esa dichosa conciencia, que me hace maldecir sobre todas las cosas todo aquello que huela a sentimiento.
Próspero
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