La imaginación puede llegar a convertirse en un arma peligrosa, no es nada nuevo para mi, pero nunca lo había sido tanto como para correr dentro de mí como litros de corrosivo inundando todos mis órganos, creo que eso corrobora que la verdad siempre es menos dolorosa que la incertidumbre, aunque cuestiona la afirmación de que el lenguaje condiciona el pensamiento porque no hay palabras para describir EL HORROR...
5 comentarios:
Pues venga, lo digo: eaea...
Como diría la Reina de la Noche mucho mejor que yop: aa-aa a-a-a-a-a-a-a-a-ahhhh... aa-aa a-a-a-a-a-a-a-a-ahhhh...
Vale. Era coñia.
Pero como decía el recluta bufón, esta vida es una puta mierda, pero estoy vivo y no tengo miedo.
Chuics y smuacs.
Además, lo que el tio Marlon no decía es que llevar la mirada de los mil metros pesa demasiado, y se termina desprendiendo y cayendose; es sólo el primer paso para empezar de nuevo con los ojos de un ninio. Que me lo digan a mi...
Pero hay manos para acariciar el naranja cuando ha pasado el peligro :) Mejor fiarse de las manos que de la imaginación o las palabras. Pero escucha, escucha las manos que acarician tras las palabras que destruyen o aniquilan... están ahí ¿las oyes?
Y es que la imaginación tiene estas cosas, por suerte también nos puede hacer volar.
Justo ahí, entre la paranoia y el horror. Justo ahí, en el corazón mismo del dolor.
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