Es sencillo

Es verano y no quiero que me llames pecosa, sólo quiero que todas las noches me cuentes las pecas...

Explorando

La difusa frontera entre la paciencia y el masoquismo.

El último regalo

Lo he decidido: Ya no te voy a regalar más palabras.

Cuestión de suerte

Loca,
tú querías estar loca
como esas grandes heroínas
que amaban y eran amadas
por otros locos
y siempre acababan suicidándose:
Alfonsina Storni, Sylvia Plath, Anne Sexton.

Loca,
tú querías estar loca,
veías algo atractivo en la locura
sin comprender que la locura era aquello,
tangible y real,
que en nada se parecía a las películas.

Tú querías estar loca
y buscabas en los libros síntomas que lo corroboraran,
para alcanzar un sitio al que pertenecer,
aunque fuese en los manuales de psiquiatría.

Pero no pudo ser,
la genética es caprichosa
y a veces, se salta una generación.

Como te dijo un día tu psicoanalista:
-No, tú no te vas a volver loca,
no tendrás esa suerte.