lunes, julio 04, 2005

Alicia en el País de la Paranoia

La imaginación puede llegar a convertirse en un arma peligrosa, no es nada nuevo para mi, pero nunca lo había sido tanto como para correr dentro de mí como litros de corrosivo inundando todos mis órganos, creo que eso corrobora que la verdad siempre es menos dolorosa que la incertidumbre, aunque cuestiona la afirmación de que el lenguaje condiciona el pensamiento porque no hay palabras para describir EL HORROR...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues venga, lo digo: eaea...

Como diría la Reina de la Noche mucho mejor que yop: aa-aa a-a-a-a-a-a-a-a-ahhhh... aa-aa a-a-a-a-a-a-a-a-ahhhh...

Vale. Era coñia.

Pero como decía el recluta bufón, esta vida es una puta mierda, pero estoy vivo y no tengo miedo.

Chuics y smuacs.

Anónimo dijo...

Además, lo que el tio Marlon no decía es que llevar la mirada de los mil metros pesa demasiado, y se termina desprendiendo y cayendose; es sólo el primer paso para empezar de nuevo con los ojos de un ninio. Que me lo digan a mi...

5181553 dijo...

Pero hay manos para acariciar el naranja cuando ha pasado el peligro :) Mejor fiarse de las manos que de la imaginación o las palabras. Pero escucha, escucha las manos que acarician tras las palabras que destruyen o aniquilan... están ahí ¿las oyes?

Haku dijo...

Y es que la imaginación tiene estas cosas, por suerte también nos puede hacer volar.

Srta. Experimental dijo...

Justo ahí, entre la paranoia y el horror. Justo ahí, en el corazón mismo del dolor.